El miedo a tropezar con un inquilino moroso preocupa a cada vez más propietarios. Tal y como reflejan los últimos datos publicados en el VII Estudio del Fichero de Inquilinos Morosos, en España la media de impagos en alquiler se ha incrementado un 11,9%.
Ante este panorama, resulta imprescindible, si se quiere alquilar un inmueble, tomar medidas preventivas y llevar a cabo una serie de acciones para esquivar cualquier problema en nuestros arrendamientos.

Medidas preventivas y disuasorias para esquivar la morosidad
Fijar correctamente el precio del alquiler
Aunque muchos no lo crean, el primer paso para evitar disgustos a la hora de alquilar un inmueble, es fijar correctamente la renta. Sobrepasarse o quedarse corto en el alquiler, puede dar lugar a encontrar un tipo de inquilino que no se desea o que no tiene intención real de pagar.
Solicitar documentación al inquilino
Hay cierta documentación necesaria que debe aportar el inquilino para poder arrendar un inmueble. El documento de identificación, contrato de trabajo o las nóminas, son algunos de los papeles que se suele pedir, no obstante, siempre es recomendable solicitar referencias anteriores o cualquier documento que acredite la solvencia del candidato.
Regirse por la Ley
Para protegerse de la morosidad en el alquiler, los contratos siempre deben estar regidos por la Ley de Arrendamientos Urbanos, de esta forma, ambas partes quedarán protegidas por la normativa.
Comprobar el historial del inquilino
Además de llevar a cabo los puntos marcados con anterioridad, para alquilar con seguridad y evitar la morosidad se debe consultar el historial arrendaticio del inquilino. Para ello, FIM pone a disposición de los propietarios y agentes inmobiliarios profesionales, una herramienta única por la que con una simple consulta, puedes descubrir si un candidato a inquilino tiene antecedentes de rentas impagadas en cualquier localización del país.