04/09/2018
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Daniel Cuervo, Director Gerente de Asprima, valora la situación actual del mercado inmobiliario del alquiler. La variación de los precios, los desequilibrios entre las ciudades, la oferta y la demanda o las políticas en esta materia de las administraciones, son algunos de los temas que repasa.
Actualmente nos encontramos con una situación del sector inmobiliario totalmente desequilibrada. La actividad se ha recuperado en ciertas ciudades mientras que otras muchas todavía no tienen la confianza y fortaleza económica que permita actividad promotora.
En el mercado del alquiler residencial, la situación es preocupante puesto que nos encontramos en algunas ciudades con precios máximos y en otras en mínimos, lo cual nos indica el fuerte desequilibrio existente.
En las grandes ciudades destacando Barcelona y Madrid, las subidas del alquiler están motivadas porque la oferta no ha aumentado, teniendo la misma oferta en diez años; la demanda sigue embalsada; existen problemas de acceso a la vivienda en compra por precariedad laboral, que impiden contar con financiación y obligan a las personas a acceder a la vivienda en alquiler; y por la aparición de las plataformas de alquiler turístico en los últimos años.
En un periodo de dos años los alquileres se han incrementado más de un 20% en Barcelona y Madrid lo que significa una volatilidad relevante que no ayuda a la sostenibilidad que demanda la sociedad en cuanto a la vivienda se refiere.
Dicha situación es motivada debido a que la sociedad adopta cambios de modelo de vida a una velocidad muy rápida que complica su gestión. La regulación siempre va por detrás y genera vacíos legales que impactan negativamente en el mercado residencial del alquiler y consecuentemente la calidad de vida de sus ciudadanos.
Además, la Administración no toma medidas con miras a largo plazo y carece de decisiones políticas firmes que faciliten el acceso al alquiler. No es entendible que las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos dispongan de suelos residenciales en las principales zonas de actividad inmobiliaria y no actúen en ellos para ampliar la oferta de vivienda en alquiler y poner al servicio de sus contribuyentes soluciones de vivienda.
Conviene destacar que el uso de la tecnología puede ser un aliado a tener muy en cuenta a la hora de equilibrar el mercado de alquiler. Con la información que se maneja de cada persona y sus comportamientos a lo largo de su trayectoria vital, podemos generar modelos que nos ayuden a ganar confianza en las personas y nos permita acceder al mercado de la vivienda en alquiler de manera más barata. Las garantías adicionales que se exigen hacen inviable para muchas personas alquilar una vivienda donde quieren vivir y la tecnología blockchain puede ayudar en la relación inquilino y casero para establecer condiciones más amables transformando unas garantías por mayor confianza que en definitiva es lo que necesita el mercado.
Las medidas de solución ante los riesgos de impago en el alquiler pasarán a solucionarse por la tecnología blockchain y permitirán una mejora esencial en las relaciones entre las partes tal y como las entendemos a día de hoy.