
04/09/2018
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Los impagos de los alquileres son uno de los problemas que más preocupan a los profesionales inmobiliarios y a los propietarios de viviendas de alquiler. Ante la tendencia al alza de la morosidad en los arrendamientos urbanos (un 3,96% durante el último año), el temor ante una situación de este calibre ha crecido, ya que de media los propietarios tardan en desalojar a un inquilino moroso 246 días, desde que se produce el primer incumplimiento de las obligaciones.

Los más de ocho meses que los arrendadores están sin percibir las rentas del alquiler hacen que estos tengan que pasar un largo periplo judicial y económico hasta que el juez dicta la orden de desahucio. Para evitar estas situaciones, cada vez son más las voces que reclaman un cambio en la legislación vigente que permita desalojar a los morosos profesionales más rápidamente, reduciendo considerablemente los perjuicios para la parte arrendadora.
El último sondeo de Fichero de Inquilinos Morosos desvela como el 81% de las personas que han respondido creen que es necesario una modificación legal que acelere el tiempo que se tarda en desalojar a los arrendatarios que no cumplen con sus obligaciones del alquiler. Por perfiles el 82% de los profesionales inmobiliarios están de acuerdo con que se cambien las medidas jurídicas para acelerar los procesos de desalojo. En lo que a propietarios respecta, el porcentaje sube hasta el 85%; mientras que entre los inquilinos hay más división, aunque el 55% cree que es necesario trabajar en medidas de este tipo.
En este sentido, profesionales inmobiliarios, propietarios e, incluso, inquilinos reclaman que las administraciones, dentro de sus políticas de vivienda, agilicen los procesos judiciales para que aquellos inquilinos que no cumplan sus obligaciones del alquiler puedan ser desalojados en un periodo breve de tiempo, permitiendo que el arrendador recuperé su vivienda en poco tiempo y con el menor perjuicio posible.
Medidas preventivas
Es importante tener en cuenta que es posible llegar a evitar los posibles impagos del alquiler, antes de firmar el contrato. Conocer qué tipo de inquilino se ha interesado por una vivienda es fundamental para no tener que sufrir un problema de este calibre. Por ello, servicios como FIM Score permiten recopilar la mayor cantidad de datos objetivos con los que tomar una decisión fundamentada.