05/08/2021
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La COVID-19 ha marcado la economía mundial y con ella se han visto afectados los distintos estratos entre los que se incluyen los alquileres. Si durante el confinamiento domiciliario, y tal y como confirman nuestros datos, la incidencia de impago se disparó en un 380%, alcanzando máximos históricos, esta tendencia comienza a disiparse paulatinamente experimentándose un ligero descenso de las comunicaciones durante el primer semestre del año.
En concreto, analizando los contratos de alquiler monitorizados por FIM, a cierre de junio las comunicaciones por incidencias de impago se situaron en un 4,4% casi un punto y medio por debajo respecto al mismo periodo del año anterior (5,8%). No obstante, estas cifras no suponen aún la vuelta a una cierta normalidad, pues continúan en franjas similares a las que se registraban durante la segunda ola del coronavirus (octubre- noviembre del 2020). Durante el primer semestre, abril y mayo fueron los meses que más incidencias de impago se registraron, llegando a superar el 9% en ambos periodos.
Todo parece indicar que la reactivación económica tras el fin del estado de alarma y la relajación de las restricciones está favoreciendo a que se produzca un descenso en las incidencias de morosidad, especialmente en aquellas zonas donde predomina el sector servicios. Sin embargo, Sergio Cardona, director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos advierte: “aunque los casos de morosidad o los retrasos en el pago de las rentas del alquiler sean menores que en los momentos más duros de la crisis sanitaria, los propietarios no deben bajar la guardia, ya que cualquier variación en la situación sanitaria puede revertir la situación.”
Un caso similar ocurrió durante el verano pasado, donde se produjo un acusado descenso de las comunicaciones por impago de alquiler “las incidencias se redujeron, pero en septiembre con el incremento de la incidencia acumulada de los casos de COVID, y la aplicación de restricciones, se multiplicaron las faltas de pago en los contratos de arrendamiento” avisa el director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos.
De cara a los próximos meses las previsiones en la evolución de las incidencias de morosidad vendrán en gran parte determinadas por los progresos en la vacunación poblacional, la posible aplicación de nuevas restricciones, los indicadores sanitarios y por supuesto por la continuidad de la reactivación económica. Posiblemente, los datos de verano sean positivos para el sector servicios y con ello las incidencias de morosidad tendrán una tendencia a la baja, pero esto no servirá como indicador para los meses posteriores, por lo que “hay que tomar las previsiones con cautela y los propietarios deberán seguir tomando todas las precauciones y evaluando el perfil de riesgo de los inquilinos antes de firmar el contrato de arrendamiento”.
Desde Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) ponemos a disposición de los propietarios las herramientas necesarias para alquilar con tranquilidad y poder conocer el perfil de su futuro inquilino, los antecedentes de impago, el nivel de riesgo de la operación e incluso inscribir la morosidad en el caso de sufrir algún impago en el alquiler. Alquila de forma segura, sencilla y rentable con FIM.