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Aunque hay quienes creen que un agente inmobiliario se dedica única y exclusivamente a la venta o el arrendamiento de viviendas, lo cierto es que sus funciones van mucho más allá. Cualquier tipo de operación en el mercado inmobiliario conlleva un amplio abanico de trámites entre las partes implicadas, de manera que el agente se encarga de elaborar el plan de negocio, planificar la promoción, gestionar las formalidades administrativas y legales… Hoy en día para ser un buen agente inmobiliario es requisito contar con una serie de cualidades y habilidades, además de una gran formación en este campo.
Conocimiento del mercado
La información es el activo más valioso del siglo XXI, y un buen agente inmobiliario debe conocer en profundidad el mercado en el que trabaja. Si hay algo que caracteriza a este sector es que se registran cambios de manera constante, y los agentes deben adaptarse a las nuevas circunstancias. Se dice que lo que hay que vender es la zona y no el ladrillo, y realmente es así. Aunque la vivienda y sus características son importantes, no hay que olvidar que se integra en un entorno relevante para los futuros inquilinos o compradores. Es imprescindible conocer la zona y tratar de integrarla en la vida del cliente para satisfacer sus necesidades.
Escucha activa
La escucha activa es una de las cualidades más y mejor valoradas en los agentes inmobiliarios en la actualidad. Es una técnica que ayuda a establecer un diálogo realmente eficiente, en el que los agentes pueden asimilar todo el contenido expresado por sus clientes.
Deben hacer un esfuerzo consciente para conseguir que su cliente se sienta comprendido y pueda expresarse con total libertad. No se trata de prestar atención sólo a lo que dice, sino también a cómo se siente. Es la mejor manera de mejorar la comprensión del mercado inmobiliario y lograr una excelente relación con los clientes.
Una comunicación más efectiva es fundamental para generar una relación de confianza y aumentar la sensación de seguridad. Hay que atender no solo a lo que el cliente expresa verbalmente, sino también a su lenguaje no verbal. Un detalle para garantizar la comunicación efectiva es hacerle entender al cliente que se tiene interés en lo que dice, y para ello los agentes inmobiliarios deben hacer contacto visual con él.
Prospección inmobiliaria
La prospección inmobiliaria es una de las principales técnicas de Marketing inmobiliario en la actualidad. La primera prospección comienza en lo que se conoce como “trabajo de campo”. El agente inmobiliario debe salir a la calle y conocer a las personas de la zona en la que trabaja para convertirse en una figura de referencia. El contacto directo y humano es esencial.
Más allá del contacto personal, la captación de clientes propietarios que deseen vender o alquilar su casa se puede lograr con diferentes técnicas de Marketing, como el buzoneo o las redes sociales. En lo relativo a la prospección inmobiliaria en el ámbito digital, una de las opciones más interesantes que existen en la actualidad es la de realizar un seguimiento de los anuncios que se publican en portales.
Agente Homologado FIM
Todos los agentes inmobiliarios que deseen dar un salto cualitativo en su servicio y quieran profesionalizar su gestión del alquiler, necesitan el certificado de Agente Homologado FIM. Gracias a este estatus tienen los siguientes servicios: consultas ilimitadas al Fichero de Inquilinos Morosos, consultas ilimitadas a FIM Score, monitorización de rentas, sellos identificativos y panel histórico de consultas.
Estas son las principales claves en el asesoramiento inmobiliario en la actualidad. Todas ellas son de especial relevancia no para ser un buen agente inmobiliario, sino para ser el mejor.