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El sector del lujo está en alza. En Europa, la alta gama y la excelencia representan un 4% del PIB y genera más de dos millones de puestos de trabajo. Entre ellos se encuentra una de las profesiones más codiciadas, especialmente por los más jóvenes: el del agente inmobiliario de lujo.
¿Por qué resulta tan atractivo? En primer lugar, para un profesional inmobiliario puede llegar a ser el culmen de su carrera en este sector. Y, por otro, el nicho de venta de propiedades de alto standing es increíblemente exclusivo y, por tanto, las condiciones del puesto son mejores (por ejemplo, un sueldo más alto y las comisione van acorde con el precio de la venta del bien).
Además, no es imprescindible tener un título académico específico para poder evolucionar en este campo. Aun así, es recomendable adquirir conocimientos empresariales, de negociación, de marketing e idiomas (para vender a un público extranjero que desee adquirir una segunda o tercera vivienda). Sin duda, el servicio será de mayor calidad y eso marcará la diferencia con respecto a otros competidores.
El proceso de venta o de alquiler de este tipo de viviendas no tiene nada que ver con el convencional; la clientela de este mercado es bastante más exigente. Por eso, no cualquiera puede optar por convertirse en un asesor inmobiliario de lujo; sino que, para este perfil, es necesario contar con algunos de los siguientes requisitos.
Dispón de una excelente red de contactos
Es esencial que un agente inmobiliario de lujo se mueva como pez en el agua en la zona donde va a actuar y tenga una sólida cartera de clientes adinerados, cuyo perfil conozca a la perfección.
No solo podrían ser un posible público objetivo que desee adquirir una casa, también podrían ayudarte a descubrir la existencia de este tipo de bienes inmuebles de excepción. Es clave tener una lista de estas propiedades incluso antes de su comercialización, la cual no se hace de una manera tradicional, sino que se suele poner en manos de un círculo reducido. Y para ello es fundamental ganarse la confianza de esa clientela que, como habíamos comentado anteriormente, es bastante más demandante que la que encontramos en un mercado convencional.
Adquiere habilidades para tener éxito como un agente inmobiliario
Un agente inmobiliario es, sobre todo, un asesor que va guiando al cliente hasta responder todas o la mayor parte de las necesidades que tenga. Es por ello por lo que debes mostrarte comprensivo, amable y realizar una escucha activa acerca de lo que está buscando tu cliente. Hacerle saber que vas a ser un apoyo clave en este proceso te dará puntos para “conquistar” su confianza.
Una de las herramientas más útiles que puedes conseguir es la certificación de capacidad financiera. Gracias al certificado FIM, podrás saber si el futuro inquilino tiene la capacidad financiera suficiente.
Se trata de una herramienta esencial para cualquier agente inmobiliario, pero mucho más relevante si estamos ante operaciones de gran cantidad de capital, donde la seguridad debe ser siempre prioritaria.
Ofrécele una atención exclusiva y original
Normalmente, el público de alto standing apuesta por viviendas funcionales que les permitan vivir con gran confort. Para sorprenderles, debes saber todas las particularidades que posee el que podría ser su futuro hogar: colegios de prestigio, restaurantes, centros de negocios, tiendas de lujo, clubs de campo, etc.
También suelen pedir servicios extras para contratar a un decorador de interiores o arquitecto. No dudes en rodearte de los mejores especialistas en cada área.
Otro aspecto a tener en cuenta es que, a la hora de mostrar la vivienda, esta debe presentarse en unas condiciones inmejorables. Asegúrate de que está limpia y no hay desperfectos; en caso de que los hubiese, habría que ponerle solución antes de que se produjese la visita. Cuidar hasta el más mínimo detalle no solo te convertirá en un agente inmobiliario de lujo altamente cualificado, sino que es probable que el cliente salga satisfecho y acabe recomendándote a otros futuros compradores o arrendatarios.