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El alquiler continúa cogiendo fuerza en España. Son muchos los propietarios que buscan unos ingresos fijos manuales mediante el alquiler de sus viviendas. Sin embargo, esta operación también conlleva una serie de riesgos que no siempre se tienen en cuenta, como el de tener unos inquilinos morosos. Llegado el caso en el que el arrendatario deje de pagar la renta, es fundamental actuar sin demora, ya que el tiempo corre en contra.
Por lo general, los inquilinos morosos que dejan de pagar dos o más mensualidades seguidas no vuelven a abonar el alquiler, así que es necesario presentar una demanda de desahucio por impago del alquiler. Esta persigue dos objetivos: el desalojo del inmueble y cobrar las rentas impagadas.
La vía judicial es la más efectiva para lograrlo. Sin embargo, en primer lugar es importante tratar de solucionar el problema de manera extrajudicial, contactando previamente con el inquilino. Si este sigue sin pagar el alquiler, se debe remitir un requerimiento fehaciente, generalmente un burofax, que luego se puede utilizar como prueba en el juicio.
En el burofax hay que reflejar el total de la cantidad adeudada y el plazo que tiene el inquilino para abonarla, que suele ser de 30 días. Con este documento, el arrendatario debe tener claro que de no abonar la cantidad que se le reclama, el propietario va a emprender las acciones legales correspondientes.
Para ello, debe contratar a un abogado y a un procurador que firmen la demanda, la cual debe ser presentada en la localidad donde se encuentra el inmueble. Una vez admitida a trámite, el juzgado fija una fecha para el juicio (el juicio solo se celebra si el inquilino se opone a la demanda) y establece una fecha para el lanzamiento.
Como puedes comprobar, el hecho de que el inquilino deje de pagar el alquiler en la forma y el tiempo establecidos en el contrato de alquiler puede suponer un gran quebradero de cabeza para ti. Además, puede poner en serio riesgo tu economía porque, además de no recibir los ingresos del alquiler, tendrás que contratar a un abogado y a un procurador.
En los últimos años ha aumentado de forma notable el número de inquilinos morosos, especialmente en grandes ciudades como Barcelona y Madrid. Por este motivo, si quieres poner tu vivienda en alquiler sin correr ningún riesgo, lo mejor es que confíes en el Fichero de Inquilinos Morosos. Una gran base de datos en la que se puede consultar si alguno de los candidatos interesados en el inmueble tiene antecedentes de morosidad en el mercado del alquiler. Si es así, lo mejor es descartarlo porque la probabilidad de que vuelva a dejar de pagar la renta es alta.
Fichero de Inquilinos Morosos
El FIM te dará todas la respuestas que necesitas para elegir al mejor inquilino y firmar el contrato de arrendamiento con la tranquilidad y seguridad de que no va a ser moroso en el futuro. La consulta es 100% online e instantánea y está disponible tanto para particulares como para agentes inmobiliarios. Una vez introduzcas una serie de datos sobre el inquilino y el inmueble, recibirás en el correo electrónico un informe con información que debes conocer como propietario y futuro arrendador.
En primer lugar, si el candidato está inscrito en el Fichero de Inquilinos Morosos y, por lo tanto, tiene antecedentes de impago. La herramienta FIM Score, gracias a un algoritmo predictivo, clasifica el perfil del candidato y lo compara con miles de perfiles de inquilino, analizando la evolución de la morosidad regional y los comportamientos de pago.
