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Como propietario que desea alquilar su piso, seguro que una de las grandes cuestiones que tienes en mente tiene que ver con el hecho de arrendar el inmueble con o sin muebles. Lo cierto es que ambas opciones tienen sus propias ventajas y desventajas. Pero ¿cuál es la más conveniente en tu caso?
Debes saber que aquellos pisos que se alquilan sin muebles son, en la mayoría de los casos, más económicos que los que sí cuentan con ellos. Se trata de una cifra orientativa, ya que hay otros factores que afectan al valor de la renta: estado en el que se encuentra la vivienda, orientación, situación, superficie y distribución, etc.
A continuación, señalamos cuáles son las ventajas y desventajas que supone alquilar una vivienda con muebles, o sin ellos. Así podrás tomar la decisión más acertada en función de tus necesidades y preferencias.
¿Cuáles son los beneficios de alquilar un piso con muebles? ¿Y los inconvenientes?
Un piso amueblado es aquel que cuenta con todas las comodidades y está equipada para que los inquilinos puedan entrar a vivir en el mismo momento que firman el contrato de alquiler. La gran mayoría de viviendas que se alquilan en España están amuebladas.
La principal ventaja es que evitas que el piso esté desocupado durante mucho tiempo ya que los inquilinos pueden mudarse de forma rápida y sencilla. Por supuesto, la renta que puedes cobrar es superior.
En cuanto a las desventajas, debes tener en consideración el estado en el que se encuentran los muebles. Si estos son demasiado viejos o tienen una estética muy específica, pueden generar el rechazo de los inquilinos.
Alquilar un piso sin amueblar: ¿es una buena idea?
También puedes alquilar la vivienda sin muebles. En este caso debes tener claro que te costará más tiempo encontrar a personas interesadas en arrendar la vivienda. Claro que también tienes más posibilidades de encontrar a inquilinos que habiten el inmueble durante un largo periodo de tiempo.
Los arrendatarios que buscan un piso sin amueblar en la gran mayoría de los casos desean quedarse en él durante un largo periodo de tiempo, de modo que desean decorar el hogar de acuerdo a sus gustos y preferencias. Pueden hacerlo trasladando los muebles que tenían en su anterior vivienda, o comprando unos nuevos.
Por lo tanto, la principal ventaja de alquilar una casa sin muebles es la estabilidad que consigues con el alquiler. Además, puede despreocuparte del mantenimiento del piso y los gastos en reparaciones se reducen prácticamente a cero.
Una vez los inquilinos abandonen la vivienda, tan solo tendrás que preocuparte de pintar las paredes, cambiar los suelos y colocar nuevas puertas, si fuese necesario.
Y, por último, cabe destacar que puedes pedir menos fianza a los arrendatarios porque el riesgo de que se produzcan daños dentro del inmueble es escaso. Así te resultará más sencillo encontrar inquilinos, ya que la cantidad económica que tendrán que desembolsar para entrar a vivir en el piso será muy inferior a la que exigen en otros inmuebles.
Acerca de los inconvenientes de esta modalidad, el más destacado es el de encontrar inquilinos que deseen entrar a vivir ya que no son muchas las personas interesadas en pisos de alquiler sin amueblar.
Teniendo en cuenta cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de estas modalidades, seguro que ahora te resulta mucho más sencillo saber cuál es la más adecuada para ti. Y, recuerda: si finalmente alquilas el inmueble con muebles, debes realizar un inventario del piso. Así, una vez finalizado el contrato de arrendamiento, podrás comparar el estado del piso antes y después.