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En los últimos años, ha aumentado de forma exponencial el número de inquilinos que no pagan el alquiler de sus viviendas. Por lo tanto, si tienes un piso que no utilizas y que quieres alquilar, debes tomar una serie de medidas preventivas para evitar problemas a medio y largo plazo. El hecho de que un arrendatario sea moroso supone un verdadero quebradero de cabeza para el propietario del inmueble.
Si no consigue llegar a un acuerdo amistoso con él para que pague la cantidad adeudada, tiene que presentar una demanda de desahucio por impago del alquiler para solicitar el abono de la deuda y el desalojo del inmueble. Un proceso que se puede alargar durante meses, en los que el propietario no recibe ningún dinero y, además, no puede disponer del piso.
¿Por qué no evitar esta situación siendo precavido? A día de hoy muchas personas quieren vivir en régimen de arrendamiento, así que seguro que en cuanto publiques el anuncio de alquiler de tu vivienda tienes a decenas de interesados en convertirse en tu inquilino.
Dejarte llevar por la primera impresión o por lo que cada uno de ellos te transmite para decidir a quién eliges como arrendatario no es una buena idea. Te sorprendería saber la cantidad de estafadores profesionales que hay, quienes se “venden” como el mejor inquilino, pero al poco de entrar a vivir en el piso dejan de pagar la renta. Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es basarte en evidencias y registros oficiales de la morosidad en el mercado del alquiler.
Tienes la posibilidad de contratar un seguro de impago por el alquiler para asegurarte de que, en caso de que tu inquilino no te pague, vayas a cobrar la renta de parte de la compañía aseguradora. Sin embargo, esta póliza presenta dos grandes inconvenientes. Por un lado, estás obligado a pagar una prima, mensual o anual. Y, por otro lado, la aseguradora te paga la renta hasta un máximo de X mensualidades, en función de la prima que pagues. Sin embargo, a veces el proceso de desahucio del inquilino dura más tiempo.
Certificado de solvencia FIM
El Certificado de Solvencia FIM es un informe que pueden solicitar los futuros inquilinos para presentarse como personas solventes y sin incidencias de pago anteriormente. Se trata del primer certificado de solvencia en el mercado del alquiler, emitido por el Fichero de Inquilinos Morosos.
El Fichero de Inquilinos Morosos es el único registro oficial que existe de la morosidad en el mercado del alquiler. Una gran base de datos en la que particulares y agentes inmobiliarios registran a los inquilinos con los que han tenido alguna incidencia de pago. Por lo tanto, cuando los candidatos interesados en tu piso te presenten este informe, sabrás si han sido morosos en viviendas de alquiler en las que han residido anteriormente.
Además, el Certificado de Solvencia FIM refleja el ratio de solvencia del solicitante en base a sus ingresos mensuales y la renta a pagar. El nivel de solvencia se calcula a partir de un ratio de referencia en el mercado inmobiliario, el cual se actualiza de manera periódica.
Por lo tanto, con el Certificado de Solvencia FIM puedes tomar una decisión 100% objetiva sobre quién es el mejor inquilino para tu inmueble. Gracias al informe conoces si los candidatos tienen antecedentes de morosidad y cuál es su nivel de solvencia.
En definitiva, es la mejor alternativa al seguro de impago por el alquiler. Con él te aseguras de que tu arrendatario es una persona solvente y fiable.