https://www.fimiberica.com/Blog/BPSEmailArticle/1617
A la hora de alquilar una vivienda, la certificación energética se ha convertido en un factor decisivo para muchos inquilinos.
Este documento no solo informa sobre el consumo energético del inmueble, sino que también comunica el compromiso del propietario con el mantenimiento, la eficiencia y la sostenibilidad de la propiedad.
En un mercado donde los arrendatarios valoran cada vez más aspectos como el ahorro y la responsabilidad ambiental, contar con una buena calificación energética puede marcar la diferencia.
Pero no es el único elemento importante para asegurar un alquiler sin contratiempos.
Otros aspectos como la solvencia financiera clave para el alquiler o evitar la tácita reconducción del contrato también deben estar controlados para que la experiencia como arrendador sea segura y rentable.
Volviendo a la certificación energética, este informe se representa en una escala de letras que va desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente).
Una vivienda con una calificación alta transmite confianza, ya que sugiere que está bien aislada, equipada con sistemas eficientes de climatización y que el consumo energético será más bajo.
Esto significa un ahorro directo para el inquilino, lo que aumenta su interés y disposición a pagar por ese valor añadido.
¿Por qué es tan importante la certificación energética para los propietarios?
- Mejora la percepción del inmueble: Las viviendas con buena eficiencia energética son más atractivas y pueden alquilarse más rápido. Hoy en día, muchos portales inmobiliarios permiten filtrar por nivel de certificación, por lo que un mal resultado puede limitar el número de interesados.
- Facilita la selección de inquilinos de calidad: Un inmueble con características modernas y eficientes tiende a atraer perfiles de inquilinos más responsables, que valoran el mantenimiento y cuidado del hogar.
- Evita problemas legales: La normativa española obliga a incluir el certificado energético en cualquier contrato de arrendamiento. No hacerlo puede acarrear sanciones, lo cual genera inseguridad jurídica para el propietario.
- Mayor rentabilidad: Las viviendas eficientes pueden justificar un alquiler más alto. Muchos inquilinos están dispuestos a pagar un poco más a cambio de un ahorro sostenido en sus facturas de luz y gas.
Certificación energética y sostenibilidad: el nuevo estándar del alquiler
El concepto de sostenibilidad ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un criterio habitual en la elección de vivienda. Los inquilinos buscan hogares que no solo sean cómodos, sino también responsables con el medio ambiente.
Elementos como ventanas de doble acristalamiento, electrodomésticos de bajo consumo o sistemas de climatización eficientes se han convertido en factores decisivos a la hora de firmar un contrato.
Para los propietarios, este cambio de mentalidad supone una oportunidad. Apostar por mejoras energéticas no solo aumenta el valor del inmueble, sino que posiciona la vivienda como una opción preferente para los arrendatarios más exigentes.
¿Cómo obtener la certificación energética?
Es necesario contratar a un técnico autorizado, como un arquitecto o ingeniero, que realice una inspección del inmueble y emita el informe correspondiente.
Este documento debe registrarse en el organismo competente de cada comunidad autónoma y tiene una validez de 10 años.
El coste del certificado varía según el tipo de vivienda y la zona, pero suele situarse entre los 60 y 150 euros. Aunque pueda parecer un gasto, debe entenderse como una inversión en la competitividad del inmueble en el mercado del alquiler.
¿Qué mejoras pueden elevar la calificación energética?
Algunas de las acciones más efectivas para mejorar la certificación energética de una vivienda son:
- Sustitución de ventanas antiguas por otras con rotura de puente térmico.
- Instalación de sistemas de calefacción y aire acondicionado de bajo consumo.
- Aislamiento térmico en techos y paredes.
- Sustitución de electrodomésticos por modelos con etiqueta energética A+++.
- Incorporación de sistemas de iluminación LED.
Estas medidas no solo benefician al inquilino, sino que prolongan la vida útil del inmueble y reducen su coste de mantenimiento a largo plazo.
FIM y la protección del propietario ante la morosidad
Aunque la certificación energética ayuda a captar a buenos inquilinos, el riesgo de impago siempre está presente.
Para prevenir esta situación, FIM ofrece herramientas clave como el Fichero de Inquilinos Morosos y el FIM Score, que permiten a los propietarios y agentes conocer la fiabilidad económica del candidato antes de firmar el contrato.
Al cruzar esta información con la presentación de una vivienda eficiente y bien cuidada, se obtiene un tándem perfecto para un alquiler seguro y rentable.
Además, un inmueble con buena eficiencia energética y mantenimiento adecuado suele retener mejor a los inquilinos, lo que reduce la rotación y los periodos de vacancia.
La certificación energética en el contexto legal
Desde 2013, la normativa española obliga a que cualquier inmueble que se alquile disponga de un certificado energético en vigor.
Este debe estar disponible desde el primer momento en que el inmueble se pone en alquiler, y su calificación debe figurar en los anuncios y en el contrato.
El propietario es responsable de contratar al técnico certificador y de sufragar el coste. En caso de no cumplir con esta obligación, se expone a sanciones que pueden superar los 600 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
En resumen
La certificación energética no es un simple trámite, sino una herramienta estratégica para los propietarios que quieren atraer buenos inquilinos, reducir el riesgo de impagos y mejorar la rentabilidad de su inversión.
Aportar valor con un inmueble eficiente no solo te diferencia en el mercado, sino que también contribuye a fidelizar a inquilinos solventes y responsables.
Además, integrar esta estrategia con otros elementos clave como el análisis de la solvencia financiera clave para el alquiler o la correcta gestión de los plazos contractuales, como evitar una tácita reconducción del contrato, convierte la experiencia de alquiler en un proceso mucho más seguro y profesional.
En FIM, acompañamos a los propietarios que buscan optimizar sus alquileres, proteger su patrimonio y asegurarse de que su inmueble cumple con todos los requisitos técnicos y legales. Una certificación energética favorable puede ser el primer paso para lograrlo.