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Si tienes un piso alquilado y el inquilino no te paga la renta, es importante que conozcas todos los recursos que tienes a tu alcance para evitar llegar hasta el desahucio. Es importante que hagas todo lo que está en tu mano para agotar la vía amistosa ya que el proceso de desahucio por impago del alquiler es largo y complejo.
Ahora bien, ¿qué puedes hacer tú para evitar llegar hasta el desahucio con tu inquilino? La prevención es clave, así que antes de firmar el contrato de arrendamiento debes asegurarte de que el inquilino es una persona solvente y de fiar. Cuando tomas la decisión de alquilar tu vivienda, seguro que quieres firmar el contrato de arrendamiento lo más rápido posible, pero las prisas nunca son buenas. Debes hacer un exhaustivo proceso de selección, analizando a los posibles candidatos, y para ello el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) te puede resultar de gran ayuda, del cual hablaremos más adelante.
Las claves para encontrar un buen inquilino
Lo primero y más importante es captar la atención del inquilino perfecto, para lo cual es indispensable publicar un buen anuncio de alquiler en portales inmobiliarios. Haz fotografías de calidad y elabora una descripción atractiva de la vivienda. No se trata de ocultar las debilidades, sino de resaltar las fortalezas. Por supuesto, el precio debe ser acorde al de mercado porque si lo pones demasiado alto solo unas pocas personas se interesarán por el inmueble, y es muy probable que acabes tomando una mala decisión sobre a quién se lo alquilas.
Una vez tengas un listado de personas interesadas en tu piso, es el momento de hacer una primera criba y quedarte únicamente con los mejores candidatos a inquilino. Llama a cada uno de ellos por teléfono y hazles algunas preguntas, como por ejemplo por qué tienen interés por la vivienda o si les gusta la zona.
La visita es esencial porque no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Lo recomendable es que la visita sirva para filtrar a los interesados, y finalmente quedarte con tres candidatos. Por supuesto, debes pedirles el contrato de trabajo y las últimas nóminas para comprobar su solvencia.
Tal y como establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), el contrato de alquiler debe hacerse por escrito. Si te vas a encargar tú de la elaboración, asegúrate de incluir todas las cláusulas que consideres necesarias. Además, puedes adjuntar un inventario con fotografías para que, una vez finalizado el contrato, el inquilino te entregue la vivienda tal y como se la encontró.
Fichero de Inquilinos Morosos (FIM)
El contrato de trabajo y las tres últimas nóminas únicamente prueban que el inquilino puede pagar el alquiler, pero no te dan ninguna garantía de que lo vaya a hacer. Aquí es donde entra en juego el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM). Es el único registro oficial de la morosidad en el mercado del alquiler que existe en España, el cual está en constante actualización por parte de particulares y agentes inmobiliarios. También se inscriben las sentencias judiciales y los decretos de archivo tras la presentación de la demanda de desahucio por impago del alquiler.
Como particular, puedes hacer una consulta al Fichero de Inquilinos Morosos para comprobar si la persona con la que estás a punto de firmar el contrato de arrendamiento tiene antecedentes de morosidad en el mercado del alquiler. Además, la herramienta FIM Score calcula cuál es el nivel de riesgo de la operación. Es decir, qué probabilidad hay de que en algún momento deje de pagar la renta.