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El impago en el mercado del alquiler ha aumentado de forma significativa en los últimos años, sobre todo desde el comienzo de la pandemia del coronavirus. Si te encuentras en una situación como esta con tu inquilino, debes saber algunas cosas importantes para negociar con él y evitar llegar a un desahucio.
Debes hacer todo lo que esté en tu mano para no tener que presentar la demanda de desahucio por impago del alquiler ya que el proceso judicial es muy largo y complejo. Deberás contratar a un abogado y un procurador, y esperar varios meses para recuperar el inmueble y cobrar la cantidad adeudada.
Negociación con el inquilino moroso
En base a la normativa vigente, puedes presentar la demanda de desahucio por impago del alquiler desde el primer mes en el que el inquilino no paga la renta. Sin embargo, lo más recomendable es que trates de llegar a un acuerdo amistoso con él. Puede que se trate de un impago puntual, por ejemplo porque ha perdido el empleo. En una situación como esta, puedes darle un margen para pagar el alquiler o reducir la renta de manera temporal, y que más adelante pague la diferencia.
Envío de burofax
Si a pesar de haber intentado llegar a un acuerdo amistoso con el inquilino éste sigue sin pagar la renta en el tiempo y la forma acordados, es el momento de contratar los servicios de un abogado experto en desahucios. Antes de presentar la demanda, existe una alternativa: el burofax.
Se trata de un documento en el que como propietario y arrendador de la vivienda especificas el requerimiento de pago. Contrata el acuse de recibo junto al burofax para saber si el inquilino ha recibido la notificación. El burofax debe contener obligatoriamente la siguiente información: fecha de emisión, datos del arrendatario del inmueble, datos del propietario, datos de la vivienda y cantidad adeudada.
Al haber requerido al inquilino mediante burofax, si éste sigue sin pagar el alquiler y te ves obligado a presentar una demanda de desahucio por impago del alquiler, el arrendatario no puede enervar el desahucio. Esto es, al no haber hecho caso al burofax, una vez comienza el proceso judicial, no puede acogerse a la enervación.
La enervación es una posibilidad a la que el inquilino únicamente puede acogerse una vez mientras el contrato de alquiler está en vigor. Dicho de una forma sencilla, consiste en que paga la cantidad adeudada y puede continuar viviendo en el inmueble, aunque tú como propietario y arrendador te opongas.
Fichero de Inquilinos Morosos
Si quieres evitar verte en una situación como esta, antes de firmar el contrato de arrendamiento debes consultar el Fichero de Inquilinos Morosos. Se trata del único registro oficial a nivel nacional de la morosidad en el mercado del alquiler. Una gran base de datos en la que particulares y agentes inmobiliarios registran a los arrendatarios con los que han tenido un problema de impago.
Con una consulta muy rápida, puedes saber si el inquilino tiene antecedentes de morosidad en el mercado del alquiler. Es decir, si ha dejado de pagar la renta en algún piso de alquiler en el que haya residido anteriormente.
Además, según la renta a pagar y los ingresos mensuales del futuro inquilino, la herramienta FIM Score calcula cuál es su nivel de solvencia y qué probabilidad hay de que sea moroso en un futuro. Clasifica el perfil del candidato y lo compara con miles de perfiles de arrendatarios, comportamientos de pago y evolución de la morosidad regional.
