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En los últimos años, se ha observado un notable incremento en las demandas de desahucio debido al impago del alquiler en los tribunales. En muchos casos, estos procedimientos judiciales podrían haberse evitado si los propietarios hubieran evaluado adecuadamente la solvencia de sus inquilinos. De hecho, muchos arrendatarios con antecedentes de morosidad repiten este patrón de comportamiento.
Por lo tanto, cuando decides alquilar tu vivienda, es crucial no dejarse llevar por las apariencias ni las primeras impresiones al seleccionar al inquilino adecuado. Es fundamental tomar decisiones basadas en datos objetivos. En este sentido, contar con acceso al Fichero de Inquilinos Morosos puede ser una herramienta invaluable para evitar posibles problemas futuros.
Al momento de firmar el contrato de arrendamiento, es imprescindible informar claramente al inquilino sobre todos los términos y condiciones, incluyendo la cuantía de la renta, la fianza legal y la duración del contrato. Es recomendable asegurarse de que todas las cláusulas sean justas y estén acorde con lo establecido en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Asimismo, es importante estar alerta ante ciertos comportamientos que podrían indicar potencial morosidad, como intentar modificar condiciones en beneficio propio o ofrecer pagar varias mensualidades por adelantado. Estos pueden ser indicativos de intentos de ocultar problemas de solvencia real.
Además, solicitar documentos que respalden la estabilidad financiera del arrendatario, como el contrato de trabajo vigente y las últimas nóminas, es fundamental. Los inquilinos con historial de morosidad tienden a ser evasivos o poco dispuestos a proporcionar información personal y laboral relevante.
Señales de alerta ante un inquilino moroso
Identificar inquilinos morosos potenciales es esencial para evitar problemas en el alquiler. Es crucial evitar contratos verbales, ya que carecen de respaldo legal sólido. El pago adelantado de varios meses puede ser una señal de alerta, ya que algunos inquilinos lo hacen para ocultar problemas financieros o ganar tiempo antes de incumplir. Además, la reticencia a proporcionar documentación solicitada, como nóminas recientes o referencias, puede indicar falta de transparencia o antecedentes problemáticos. Estas medidas son fundamentales para los propietarios, ayudándoles a seleccionar inquilinos confiables y reducir el riesgo de enfrentar situaciones de morosidad.
Fichero de Inquilinos Morosos
Ahora bien, los documentos solicitados, como el contrato de trabajo y las nóminas son importantes para evaluar la capacidad financiera de un potencial inquilino, pero no garantizan por sí solos que cumplirá con el pago del alquiler. Aquí es donde entra en juego el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), una herramienta crucial para prevenir problemas de morosidad en el mercado del alquiler en España.
El FIM constituye el único registro oficial que recopila información sobre la morosidad en el alquiler, incluyendo datos proporcionados por particulares y agentes inmobiliarios, así como sentencias judiciales de desahucios por impago. Este registro ofrece una visión integral del historial financiero de los arrendatarios potenciales, permitiendo a los propietarios tomar decisiones informadas.
Mediante un proceso sencillo y rápido, introduciendo datos básicos del candidato y de la vivienda en cuestión, el FIM proporciona un informe detallado que ayuda a identificar cualquier antecedente de morosidad. Este informe incluye el FIM Score, que clasifica y compara el perfil del candidato con miles de registros de comportamientos de pago y tendencias de morosidad a nivel regional.
Esta herramienta no solo facilita la detección de riesgos potenciales, sino que también permite evaluar la idoneidad del inquilino de manera objetiva, utilizando criterios establecidos por agentes inmobiliarios con amplia experiencia. En resumen, el uso del Fichero de Inquilinos Morosos no solo reduce el riesgo de enfrentar problemas de morosidad, sino que también mejora la seguridad y la estabilidad en las operaciones de alquiler.