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Cada vez son mayores las solicitudes de alquiler de piso compartido en Madrid. La razón principal de este auge se debe evidentemente a la ventaja económica que representa, pues el distribuir los gastos tanto del alquiler como los asociados al mantenimiento y servicios de la vivienda entre varias personas siempre es una formidable acción que beneficia tu presupuesto. Sin embargo, más allá de esta razón económica, existen otras ventajas que hace que el compartir piso en Madrid sea una opción para tener en cuenta. Veamos algunas de ellas para que tu experiencia sea grata y no fracases en el intento.
Compartir gastos y tareas es mejor
Otras de las ventajas de compartir piso en Madrid, aparte de la referida al ahorro de dinero, se centra en la posibilidad de repartir también las tareas de limpieza y mantenimiento del hogar. Las faenas de lavar cocina, baño y otras zonas comunes no son agradables si tienen que hacerse siempre en solitario. Al contrario, en un piso compartido existe la posibilidad de planificar semanalmente para alternar estas tareas con el compañero de vivienda y así las cargas de limpieza se hacen menos tediosas y pesadas. Para ello es fundamental acordar tareas y días en los que se precisa la responsabilidad de cada uno.
La fabulosa experiencia de conocer personas
Esa experiencia de habitar un piso compartido es excelente además porque tendrás la oportunidad de conocer nuevas personas, probablemente de otros países y culturas, y eso te dará una grandiosa oportunidad de aprendizaje y madurez. Está ya demostrado por diversas disciplinas científicas que mientras más contacto tengas con otras gentes, mayores serán las posibilidades de desarrollo emocional y cognitivo. Es por esta razón que siempre es una buena idea abrirse a esta vivencia enriquecedora. Sin embargo, esta ventaja es precisamente a lo que más temen las personas a quienes se les ofrece la opción del piso compartido, alegando que no es fácil vivir con un desconocido y la experiencia puede resultar en un fracaso y en una interminable mudanza en busca del compañero ideal.
Reglas de convivencia para vivir en sana paz
Nadie está exento de estos malos episodios, y algunos prefieren compartir piso con personas que ya conocen con anterioridad. Como esto no es siempre posible, existe una manera de minimizar los problemas de convivencia y es la elaboración de unas reglas claras para vivir en sana paz. Es importante desde el primer día hacer una reunión con tus compañeros de piso y llegar a acuerdos acerca de aquello que puede molestar a los demás: ¿cuándo y dónde se permite fumar?, ¿pueden tenerse mascotas?, ¿incomoda llevar personas a dormir a la habitación?, ¿cuáles son los límites de las fiestas?, ¿las compras son comunes o individuales? Son muchas las obligaciones, tanto individuales como mancomunadas, que debe quedar muy claras y detalladas al momento de tomar la decisión de compartir piso. Hablando se entiende la gente y no hay otra manera de convivir en paz y felicidad.
Considera todas las condiciones antes de elegir
Usualmente los pisos compartidos son alquilados por jóvenes que deciden estudiar lejos de su hogar. También los jóvenes que quieren buscar una vida independiente e iniciarse en el mundo laboral por vez primera optan por este tipo de arrendamiento. Sin embargo, la situación económica ha hecho que las jóvenes parejas también se decidan por este tipo de piso y buscan habitaciones en alquiler. Esta variedad de personas e intereses hace que debas estar al tanto, además de la ubicación del piso, de sus condiciones y precios, en los estilos de vida e intereses de las personas con las que podrías compartir espacios por un largo periodo de tu vida. Así que sopesa bien tus opciones y haz que sea grata tu experiencia de piso compartido.