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Un contrato de alquiler se define como el documento que va a regular el uso de un inmueble, y que refleja los derechos y las obligaciones tanto del arrendador como del arrendatario. Es condición indispensable que tenga validez legal, y para ello hay que redactarlo en base a la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Elementos que debe incluir el contrato de alquiler
Del mismo modo que en cualquier otro tipo de contrato, uno de los elementos más importantes es la identidad de las partes. Deben figurar el nombre y apellidos y el DNI del propietario de la vivienda y del inquilino. También tienen que aparecer los datos de identificación del inmueble.
Duración y renovación
En base a la Ley de Arrendamientos Urbanos, la duración del contrato de alquiler debe ser pactada libremente por el arrendador y el arrendatario. Sin embargo, la norma determina un plazo de duración de cinco años. Por lo tanto, si la duración pactada es inferior a este periodo de tiempo, una vez llegado el día del vencimiento, el contrato se prorroga obligatoriamente por plazos anuales hasta que alcance los cinco años.
Una vez transcurridos los cinco años, si una de las partes no quiere renovarlo, tiene que notificárselo a la otra. Si es el propietario quien no tiene intención de renovar el contrato de arrendamiento, tiene que avisar al arrendatario con al menos cuatro meses de antelación. Si es el inquilino, debe notificar al propietario con al menos dos meses de antelación.
Si ambas partes quieren prorrogar el contrato de arrendamiento, se hará por plazos anuales.
Renta
Uno de los elementos más importantes del contrato de alquiler es la renta, estipulada libremente por las partes. El valor depende de factores tanto externos como internos: situación del mercado del alquiler, estado de conservación y ubicación del inmueble… El pago de la renta debe hacerse de forma mensual, en los primeros siete días del mes.
La renta se puede actualizar en la fecha en que se cumpla una anualidad de vigencia del contrato de arrendamiento en los términos pactados entre las partes. En ningún caso el incremento de la actualización puede superar al determinado por el IPC.
Distribución de los gastos
Para evitar disputas a medio y largo plazo, la distribución de los gastos entre arrendador y arrendatario debe quedar perfectamente especificada en el contrato. Por lo general, el arrendador corre con los gastos de comunidad, IBI y tasa de basuras.
Subarriendo
Subarrendar una habitación en la vivienda es legal según la Ley de Arrendamientos Urbanos, siempre y cuando el arrendador dé su visto bueno. De lo contrario, se trata de una ilegalidad.
Fianza
El importe de la fianza corresponde a un mes de renta. Hay propietarios que exigen a su inquilino dos mensualidades de renta, aunque la mensualidad extra no es la fianza, sino una garantía adicional.
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En los últimos años ha aumentado de forma notable la morosidad en el mercado del alquiler, así que más vale prevenir que curar.