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Si tienes un piso al que quieres sacar rentabilidad, alquilarlo es la mejor opción. De esta manera, seguirás siendo el propietario de la vivienda y, además, recibirás unos ingresos regulares. Ahora bien, seguro que te preocupa tener algún tipo de problema con el inquilino, como el impago. No se trata de una cuestión irrelevante, ya que el número de inquilinos morosos ha aumentado de manera significativa en los últimos años, sobre todo en grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
De darse esta situación con la persona a la que le alquilas tu piso, deberás presentar una demanda de desahucio por impago de alquiler para recuperar el inmueble y cobrar las rentas impagadas. Este es un proceso largo, que se puede demorar hasta ocho meses según el Juzgado, y que requiere un cierto desembolso económico, ya que debes contratar los servicios profesionales de abogado y procurador.
Para evitar que el impago por parte del inquilino pueda poner en riesgo tu inversión y tu propiedad, el seguro de impago de alquiler es una buena solución. Se trata de una póliza con la que, en caso de que el arrendatario no cumpla con su obligación de pagar la renta en la forma y el tiempo acordados, la compañía aseguradora te reembolsará la cantidad correspondiente. Ahora bien, esto no es algo indefinido, sino que tiene un plazo limitado en función de la prima que pagues. Sin embargo, en muchos casos el proceso judicial para desalojar al inquilino del inmueble es más largo.
Por lo tanto, el seguro de impago de alquiler es una buena solución, pero no la mejor. ¿Por qué, en lugar de arreglar el problema una vez se ha producido, no buscas la forma de evitarlo? Aquí es donde entra en juego el Fichero de Inquilinos Morosos, gracias al cual puedes firmar el contrato de arrendamiento con la plena seguridad y tranquilidad de que el inquilino va a hacer frente al pago de la renta y no te va a causar ningún problema.
Fichero de Inquilinos Morosos
El Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) es un registro a nivel nacional de morosidad. Una base de datos en la que agentes inmobiliarios y particulares inscriben las incidencias relacionadas con la morosidad en el alquiler. También se registran las sentencias judiciales.
Como propietario, no es nada fácil saber si un inquilino es el candidato perfecto o no. El primer filtro para decantarse por él suele ser realizar un estudio de solvencia. El problema es que hay casos en los que el inquilino es solvente, pero igualmente moroso. Si, por ejemplo, compruebas que tiene un contrato de trabajo en vigor y sus tres últimas nóminas, puedes saber que cuenta con la capacidad económica suficiente para pagar el alquiler. Pero esto no significa necesariamente que vaya a hacerlo.
Por este motivo, es muy importante que consultes el FIM, una base de datos fiable. Si descubres que el inquilino tiene antecedente de impago, lo mejor es que lo descartes para evitar posibles problemas en el futuro. Además, en el informe podrás conocer cuál es su nivel de riesgo. Es decir, aunque no haya sido morosos en el pasado, qué probabilidad existe de que lo sea en el futuro.
En ningún caso los registros de morosidad deben darte miedo, ya que es una forma muy sencilla y rápida de conocer mejor al posible inquilino. Además, el FIM también te ofrece un resumen acerca de su solvencia económica y financiera. Conocer el nivel de riesgo del candidato que podría convertirse en inquilino puede ayudarte a detectar si se ajusta al perfil solvente que deseas.
