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El impago de alquileres ha aumentado de manera exponencial en los últimos años en España. Los inquilinos morosos son aquellos que no pagan la renta en el tiempo y la forma establecidos en el contrato de arrendamiento. Cabe señalar que la morosidad se da desde el primer mes en que se produce el impago, sin necesidad de acumular una gran deuda. Aún así, no es lo habitual presentar una demanda de desahucio por impago del alquiler sin antes tomar otras medidas, como hablar con el inquilino o enviarle un burofax.
El hecho de que los inquilinos no paguen la renta se convierte en muchos casos en una auténtica pesadilla para los propietarios. Y es que, más allá de no recibir los ingresos derivados del alquiler, se ven obligados a contratar a un abogado y a un procurador para presentar la demanda de desahucio por impago del alquiler, lo que supone un cuantioso desembolso económico. Además, una vez fijada la fecha de lanzamiento, los propietarios tienen garantizado que van a recuperar el inmueble. Pero no ocurre así con la deuda, ya que en muchos casos los inquilinos morosos se declaran insolventes.
Además de los inquilinos morosos, ha surgido un nuevo fenómeno que, por desgracia, está cada vez más extendido: los inquiokupas. Se trata de una fórmula que utilizan los okupas para entrar y quedarse en la vivienda. Es difícil de diferenciar, sobre todo desde el punto de vista legal, de aquellos inquilinos que no quieren ocupar ilegalmente un inmueble, sino que no pueden hacer frente a la renta mensual. La principal diferencia es que los inquiokupas buscan una vivienda en alquiler con el único fin de okuparla. Sin embargo, en lugar de utilizar la fuerza para entrar, lo que hacen es alquilarla legalmente y dejar de pagar intencionadamente.
Existen una serie de señales que pueden hacer saltar las alarmas, aunque no siempre son fáciles de detectar. Para ganarse la confianza de los propietarios y demostrar su falsa solvencia, los inquiokupas suelen pagar varios meses por adelantado. Cuando se les pide algún tipo de documentación, es habitual que presente incoherencias o faltas de datos. A esto hay que sumar que insisten en dejar los suministros a nombre y en la cuenta de los propietarios para que las futuras deudas queden a su nombre.
Teniendo esto en cuenta, hay quienes prefieren mantener sus viviendas cerradas y no alquilarlas. Pero tú no tienes por qué renunciar a sacarle rentabilidad al inmueble si tomas las medidas preventivas oportunas. La mejor herramienta para firmar el contrato de arrendamiento con la seguridad y tranquilidad de que el inquilino es solvente y no tiene antecedentes de impago en el mercado del alquiler es el Fichero de Inquilino Morosos (FIM).
Fichero de Inquilinos Morosos (FIM)
El FIM te dará todas la respuestas que necesitas para elegir al mejor inquilino y tener la seguridad de que no va a ser moroso en el futuro. La consulta es 100% online e instantánea y está disponible tanto para particulares como para agentes inmobiliarios. Solo tienes que introducir una serie de datos sobre el inquilino y el inmueble y al momento, recibirás en el correo electrónico un informe muy completo con la siguiente información.
En primer lugar, si el candidato está inscrito en el Fichero de Inquilinos Morosos y, por lo tanto, tiene antecedentes de impago en el mercado del alquiler. Y, en segundo lugar, la herramienta FIM Score, gracias a un algoritmo predictivo, clasifica el perfil del candidato y lo compara con miles de perfiles de inquilino, analizando la evolución de la morosidad regional y los comportamientos de pago.
