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En la actualidad, la posibilidad de dar con un inquilino moroso es muy alta, razón por la cual muchos propietarios deciden mantener sus viviendas cerradas en lugar de alquilarlas. Pero, si cuentas con las herramientas adecuadas, como el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), no tienes por qué renunciar a la rentabilidad que ofrece un piso en alquiler (de más del 10% en algunas ciudades como Madrid o Barcelona).
Cuando se trata de garantizar el pago del alquiler, toda precaución es poca. Por este motivo es tan importante exigir al inquilino algún tipo de garantía antes de firmar el contrato de arrendamiento, como un contrato de trabajo en vigor o las últimas nóminas. Sin embargo, estos documentos sólo prueban que tiene capacidad económica para pagar la renta de la vivienda, pero no ofrecen ninguna seguridad de que efectivamente vaya a hacerlo.
Fichero de Inquilinos Morosos (FIM)
Es el momento de dejar atrás los métodos tradicionales para asegurar el alquiler y apostar por técnicas innovadoras. La única forma que tienes de saber que la persona a la que le vas a alquilar tu vivienda no tiene antecedentes de morosidad en el mercado del alquiler es consultar el Fichero de Inquilinos Morosos. Se trata de un registro nacional de carácter oficial que se nutre de las incidencias reportadas por particulares y agentes inmobiliarios.
El FIM está abierto tanto a particulares como a profesionales y consultarlo es muy sencillo. El proceso es 100% online y no te llevará más de un par de minutos. Una vez introduzcas una serie de datos sobre el piso y el futuro inquilino y realices el pago, recibirás un informe con tres frentes de análisis:
- Morosidad: si el inquilino está inscrito en el FIM y, por lo tanto, tiene antecedentes de impago en el mercado del alquiler.
- Nivel de riesgo: gracias a un algoritmo predictivo herramienta FIM Score evalúa el perfil del candidato y calcula cuál es su perfil de riesgo, es decir, qué probabilidad existe de que sea moroso en un futuro.
- Calidad de la operación: el informe refleja cuál es la calidad de la operación (AAA, AA, A, B, C o D).
Cómo desalojar a un inquilino moroso de forma legal
Para que tomes conciencia de lo importante que es consultar el FIM antes de firmar el contrato de arrendamiento, vamos a explicar brevemente cómo es el proceso para desalojar a un inquilino moroso. Una vez se produce el primer impago, debes hacer una comunicación firme mediante burofax.
Se trata de una comunicación escrita en la que debe constar la cantidad adecuada y el plazo máximo para abonarla, que por lo general suele ser un mes. Si en este tiempo el inquilino no paga la deuda correspondiente, deberás contratar a un abogado y a un procurador para presentar la demanda de desahucio por impago del alquiler e iniciar la vía judicial.
Una vez admitida la demanda, el inquilino tiene 10 días de plazo para: pagar lo debido, desalojar la vivienda u oponerse a la demanda. En caso de oponerse a la demanda, tiene que alegar que no corresponde o que el propietario no le ha reclamado la cantidad adeudada. Esto suele ser un simple trámite, ya que en la gran mayoría de casos la demanda continúa hacia delante hasta llegar al lanzamiento.
El desahucio tarda de media ocho meses. Una vez se produce el lanzamiento en la fecha establecida por el Juzgado, el inquilino es desalojado de la vivienda, aunque esto no garantiza que vaya a pagar la cantidad adeudada. En este caso, es necesario iniciar un nuevo proceso judicial por la vía ejecutiva para reclamar las rentas impagadas.