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El agente inmobiliario es una de las figuras más importantes en el sector inmobiliario. Hay quienes consideran que su única tarea es la de ‘vender casas’, pero lo cierto es que sus funciones van mucho más allá. El agente inmobiliario se ocupa de un amplio abanico de funciones administrativas: redactar el contrato de compraventa, conocer cuáles son los derechos y las obligaciones de los propietarios, estar al día sobre la normativa vigente… Ahora bien, hay una serie de errores que puede llevar a un agente inmobiliario a fracasar en su tarea profesional.
Razones por las que puede fracasar un agente inmobiliario
A continuación, hemos recogido las principales razones por las que un agente inmobiliario puede fracasar.
Interés y compromiso
Uno de los aspectos más importantes que debe conocer un buen agente inmobiliario es la relación que existe entre el interés y el compromiso. No tiene nada que ver el interés por ganar dinero que el compromiso por ello. Tener interés sin estar comprometido no vale de absolutamente nada. Este perfil profesional tiene que mostrar un gran compromiso con las tareas que debe llevar a cabo. Trabajar sin compromiso supone el fracaso a medio o largo plazo.
Profesional
Otra de las razones por las que un agente inmobiliario puede fracasar es que no se tome su labor de forma profesional. Cualquier negocio del sector inmobiliario requiere de un esfuerzo constante, así como de una serie de actitudes y aptitudes: proactividad, organización y optimismo.
Líder
Existe un gran debate sobre si los grandes líderes nacen o se hacen Hay quienes comparten la teoría de que es posible convertirse en un gran líder aprendiendo y mejorando algunas habilidades básicas. Un buen agente inmobiliario debe ser un excelente negociador. Además, la capacidad de comunicación es clave; no se trata solo de hablar y explicar a los posibles compradores las ventajas de una determinada vivienda, sino también de escuchar cuáles son sus necesidades concretas.
Confianza
Son muchos los agentes inmobiliarios que no tienen la suficiente confianza en sí mismos, lo que los lleva a fracasar en el sector. Cualquier profesional de este sector debe saber que existe una gran competencia en el mismo, de modo que debe tener la suficiente determinación y motivación para continuar adelante.
Dudar de uno mismo y de la capacidad de tener éxito nunca generará la suficiente confianza en los clientes, de modo que el resultado será la baja productividad.
Organización y planificación
Si bien es cierto que en todas las profesiones es importante ser organizado y tener una buena planificación, en el ámbito inmobiliario esto es fundamental. Para ser un buen agente inmobiliario hay que determinar un buen plan de negocio, el cual permite dirigir los esfuerzos y enfocarlos hacia el logro de objetivos. De lo contrario, solo trabajará sin rumbo, disminuyendo la productividad.
Otra de las ventajas de contar con un plan de trabajo, tanto en el corto como en el medio y largo plazo, tiene que ver con la evaluación del desempeño. Gracias a él el agente inmobiliario será capaz de analizar sus fortalezas y debilidad, así como de aprovechar al máximo cada oportunidad.
Tiempo
Para ser un agente inmobiliario de éxito es necesario dedicar mucho tiempo. Los resultados obtenidos guardan una relación directa y proporcional al tiempo y a los recursos invertidos. Como resulta lógico, los resultados serán mucho mejores cuando el agente se dedica a sus tareas a tiempo completo. Además, a diferencia de otros trabajos, este no tiene un horario limitado. Por lo tanto, es importante ser flexible y estar abierto. En ocasiones hay que atender citas fuera del horario habitual, e incluso en los fines de semana.