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Como propietario, uno de los mayores temores al alquilar una vivienda es enfrentarse a un inquilino moroso. Detectar que tu inquilino ha sido incluido en un registro de morosos puede ser una señal de alarma que requiere actuar con rapidez y cautela.
En este artículo, explicamos qué pasos seguir, cómo proteger tu inversión y por qué herramientas como el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) pueden ser claves para evitar estos problemas.
¿Qué implica que un inquilino esté en el registro de morosos?
El registro de morosos, como el FIM, es una base de datos que recoge información sobre personas que han incumplido sus obligaciones de pago relacionadas con contratos de arrendamiento.
Estar incluido en este fichero significa que el inquilino ha dejado de pagar rentas u otras deudas vinculadas al alquiler. Esto afecta directamente a su perfil de riesgo como arrendatario y puede derivar en futuras complicaciones para ti como propietario.
¿Cómo enterarte de que tu inquilino ha sido incluido?
Hay dos formas principales de saberlo:
- Consultando el FIM si eres usuario registrado o trabajas con un Agente Inmobiliario Homologado FIM, quien tiene acceso directo a este recurso.
- Notificación formal por parte del propio inquilino, algún gestor inmobiliario o tras iniciar trámites legales.
En cualquier caso, lo importante es actuar de inmediato para proteger tu propiedad y tus ingresos.
Primer paso: confirma la información
Antes de tomar decisiones, asegúrate de que el dato es correcto. Una persona puede aparecer en un registro de morosos por error o por una deuda ya saldada que no fue actualizada. Verifica el informe del FIM, que indica:
- Importe de la deuda
- Fecha de inclusión
- Entidad que ha reportado la morosidad
Evalúa la situación actual del alquiler
Una vez confirmada la morosidad, revisa el estado del contrato de arrendamiento y verifica si tu inquilino ha incurrido en impagos recientes.
Si aún paga puntualmente, podrías optar por mantener la relación contractual con más cautela. Sin embargo, si ya hay retrasos o incumplimientos, es fundamental actuar.
Intenta un acuerdo amistoso
Antes de iniciar procedimientos legales, considera hablar directamente con el inquilino. En ocasiones, los impagos pueden deberse a circunstancias temporales. Puedes:
- Establecer un plan de pagos para regularizar la deuda.
- Proponer la resolución voluntaria del contrato.
Este paso evita conflictos prolongados y puede ser una salida razonable para ambas partes.
Inicia acciones legales si no hay solución
Si no se alcanza un acuerdo, el siguiente paso es iniciar un proceso de desahucio por impago.
Este procedimiento puede extenderse durante meses, por lo que conviene tener claros los plazos. Para más información, consulta este artículo sobre cuánto tarda en salir un juicio después de denunciar.
Recuerda que durante el proceso judicial el inquilino sigue teniendo derecho a permanecer en la vivienda hasta que se dicte y ejecute una sentencia. Por eso es clave anticiparse y contar con garantías desde el inicio del alquiler.
Prevención: la clave para evitar inquilinos morosos
Lo ideal es evitar esta situación desde el principio. Para ello, el mejor recurso es realizar un estudio de solvencia antes de firmar el contrato. Este análisis evalúa la capacidad económica del inquilino, su historial de pagos y su fiabilidad como arrendatario.
Este estudio, junto con la consulta al FIM, te proporciona una visión clara del perfil del candidato y reduce al mínimo el riesgo de impagos.
¿Qué es el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM)?
El FIM es el único registro oficial en España especializado en morosidad relacionada con el alquiler.
Recoge información de impagos aportada por particulares, agencias y sentencias judiciales. Acceder a esta herramienta, o trabajar con un Agente Inmobiliario Homologado FIM, te permite:
- Comprobar antecedentes de inquilinos.
- Calcular el riesgo con FIM Score, un sistema que evalúa perfiles en base a miles de datos reales.
- Tomar decisiones informadas antes de firmar cualquier contrato.
¿Cómo afecta al inquilino estar en este registro?
Estar en el FIM puede dificultar que el inquilino alquile nuevas viviendas en el futuro, acceda a servicios o incluso financiamiento.
Muchos propietarios y agentes revisan este fichero antes de cerrar acuerdos, por lo que es un fuerte desincentivo para repetir conductas de impago.
Además, una inclusión en el registro de morosos puede mantenerse durante años si no se regulariza la deuda, afectando la reputación financiera del inquilino a largo plazo.
¿Qué hacer si ya has sido afectado por la morosidad?
Si ya has sufrido las consecuencias de un inquilino moroso:
- Documenta todas las comunicaciones y pagos.
- Recoge pruebas del incumplimiento contractual.
- Consulta a un abogado o un agente homologado para iniciar los trámites legales.
- Considera contratar un seguro de impago para futuras operaciones de alquiler.
En resumen
Si detectas que tu inquilino ha sido incluido en un registro de morosos, debes:
- Verificar la información con el FIM.
- Evaluar el estado actual del arrendamiento.
- Intentar resolver el conflicto de manera amistosa.
- Iniciar acciones legales si no hay otra salida.
- Priorizar estudios de solvencia y el uso del FIM en futuros alquileres.
Evitar la morosidad es posible si cuentas con las herramientas adecuadas. Utilizar el Fichero de Inquilinos Morosos y realizar un estudio de solvencia antes de alquilar son pasos esenciales para proteger tu inversión.
¿Estás listo para alquilar con seguridad? En FIM te ayudamos a seleccionar inquilinos fiables y reducir los riesgos desde el primer momento.