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Sin lugar a duda, compartir piso en Madrid es una gran opción teniendo en cuenta el alto precio de las viviendas en alquiler en la capital. En los últimos años la demanda de habitaciones en alquiler ha aumentado de forma exponencial, no sólo por parte de jóvenes universitarios, sino también de trabajadores de todas las edades. Más allá del ahorro económico que supone, compartir piso puede convertirse en una de las mejores experiencias de tu vida. Conocerás a personas distintas a ti, con diferentes formas de ver la vida y de disfrutar de ella.
Claro que para que la experiencia sea grata para todos es indispensable fijar una serie de reglas desde el primer momento. De lo contrario, la convivencia puede resultar muy complicada. A continuación, te contamos cuáles son los cuatro pilares de la convivencia de pisos compartidos.
Espacios
Lo primero y más importante es repartir las habitaciones. Por lo general, suele hacerse por orden de llegada, así no suele dar lugar a discusiones. En pisos compartidos las habitaciones son los únicos espacios privados de toda la vivienda. Por lo tanto, es fundamental que respetes las habitaciones de tus compañeros, del mismo modo que ellos deben respetar la tuya.
En cuanto a las zonas comunes, es conveniente delimitar los espacios tanto en el baño como en la cocina. En el baño es necesario repartir los estantes o los cajones, del mismo modo que en la cocina cada uno de vosotros debéis tener asignado un espacio en el frigorífico y en los armarios.
Calendario de tareas
Uno de los principales temas de discusión en pisos compartidos tiene que ver con las tareas, y muy especialmente con la limpieza. Para evitar problemas, lo más recomendable es establecer un calendario desde el primer momento. La forma correcta de hacerlo es la siguiente. En primer lugar, indicar cuáles son las tareas para realizar en la vivienda: limpiar el baño y la cocina, bajar la basura, limpiar los cristales… Y, en segundo lugar, asignar cada una de ellas a uno de vosotros. Podéis rotar semanal o mensualmente.
Hay una serie de tareas que cada uno de vosotros debéis hacer a diario para que la convivencia fluya y sea buena. En primer lugar, después de cocinar, limpiar la encimera, la vitrocerámica y la mesa. En segundo lugar, no dejar restos de alimentos en los platos o en el fregadero: hay que tirarlos a la basura. Por supuesto, todos los utensilios empleados para cocinar, hay que lavarlos.
En tercer lugar, el baño siempre hay que dejarlo limpio: retirar el cabello que haya quedado en el lavabo, dejar el WC impecable… Y, si el suelo está mojado, conviene pasar siempre una fregona después de ducharse.
Fiestas y visitas
Seguro que en el contrato de arrendamiento de la habitación el arrendador te dejó muy claro que debes respetar el descanso de los vecinos. Por lo tanto, nada de fiestas. Ahora bien, ¿y si alguien quiere invitar a alguien a casa? Si quieres hacerlo, lo más lógico es consultarlo previamente con tus compañeros y pedirles permiso.
Pagos
En un piso de alquiler, además de afrontar el pago mensual de la habitación, debes compartir los pagos de las facturas con tus compañeros. Junto con la limpieza, los pagos es otro de los temas de discusión más frecuentes en pisos compartidos. Las cuentas deben ser claras y transparentes. Ten en cuenta la fecha de pago de cada una de las facturas, y no te retrases con los pagos.
Poniendo en práctica estas reglas de convivencia compartir piso se convertirá en una gran experiencia para ti, y te ayudará a ser independiente y responsable.