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Trabajar como agente inmobiliario tiene muchas ventajas, siendo una de las más relevantes la satisfacción personal que supone cumplir los sueños de los clientes. Si consigues tener éxito, recibirás unos ingresos muy superiores a los que recibirás como asalariado. Ahora bien, para ello es fundamental que ofrezcas un valor diferencial a los clientes, ya que si por algo se caracteriza el sector inmobiliario es por ser muy competitivo. Debes apostar por la formación continua y esforzarte al máximo por dar un servicio profesional y de calidad.
Como agente inmobiliario independiente, tendrás una gran flexibilidad horaria. Trabajarás bajo el régimen de autónomos, así que serás tu propio jefe y podrás administrar el tiempo según tus necesidades para conciliar la vida laboral y personal. A esto hay que sumar que el de agente inmobiliario es un trabajo muy dinámico, ya que son muchísimas las diferentes tareas que deberás realizar a diario. Por lo tanto, el aburrimiento y la monotonía no tienen cabida en esta profesión.
Cómo ser un agente inmobiliario de éxito
Desde la liberalización del sector inmobiliario, en España no se exige ninguna titulación para ser agente inmobiliario. ¿Significa esto que cualquier persona puede dedicarse a esta profesión? Sí, al menos en teoría. Y es que, en la práctica ningún cliente va a confiar en ti si no eres un profesional formado en la gestión inmobiliaria.
Las habilidades más relevantes que debe tener un agente inmobiliario en la actualidad son las siguientes:
- Habilidad negociadora: teniendo en cuenta que actúa a modo de intermediario entre las dos partes implicadas en la transacción, debe gestionar las operaciones para que la negociación sea exitosa.
- Habilidad comunicativa: directamente relacionada con la habilidad negociadora, es imprescindible que el agente inmobiliario maneje bien la comunicación, tanto oral como corporal. Tiene que transmitir confianza y profesionalidad a sus clientes.
- Conocimientos financieros: son muy importantes para tener éxito en esta profesión, sobre todo si se dedica al mercado de la compraventa. Tiene que conocer aspectos clave como los intereses, la financiación, las hipotecas, etc.
- Digitalización: hoy en día, un buen agente inmobiliario debe saber manejar herramientas como las redes sociales o Internet, ya que estas tienen una gran influencia sobre los potenciales clientes.
Por increíble que parezca, en esta profesión hay un gran volumen de papeleo. El agente inmobiliario tiene que redactar contratos, gestionar los anuncios en portales inmobiliarios, etc. Para ello, debe tener conocimientos específicos en derechos y obligaciones de las partes implicadas en la transacción y, si se dedica al mercado del alquiler, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Además del papeleo, buena parte del tiempo del agente inmobiliario se consume en las visitas a inmuebles y la negociación con los clientes. Para ello, es imprescindible una buena organización y planificación.
Agente Inmobiliario Homologado FIM
Actualmente son cada vez más las personas que contratan los servicios de un agente inmobiliario para buscar una vivienda en alquiler. Si quieres especializarte en este mercado, es muy importante que des un salto de calidad con el sello de Agente Inmobiliario Homologado FIM.
El Fichero de Inquilinos Morosos es el único registro nacional de carácter oficial de la morosidad en el mercado del alquiler. Siendo Agente Homologado FIM podrás verificar la morosidad, alertando así de si alguno de los candidatos interesados en la vivienda tiene antecedentes de morosidad previos. Además, la herramienta FIM Score analiza y clasifica el riesgo de operación en función de miles de perfiles de inquilinos de manera objetiva e inmediata.
Por lo tanto, ser Agente Homologado FIM es la mejor manera de marcar la diferencia y alcanzar el éxito en esta profesión.
