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Como propietario de un piso que vas a alquilar, seguro que son dos las principales preocupaciones que tienes en mente con respecto a tus inquilinos. Por un lado, que destrocen el piso. Por desgracia, en los últimos meses hemos sido testigos de numerosos casos en los que los arrendatarios se convierten en auténticos vándalos y antes de abandonar la vivienda, causan numerosos destrozos en ella. Y, por otro lado, que los inquilinos dejen de pagar la renta y se conviertan en morosos.
Lo cierto es que tener inquilinos morosos supone un gran problema para cualquier arrendador, quien se ve obligado a iniciar un largo proceso judicial para recuperar el piso. Pero ¿cómo evitar una situación como esta? Te damos algunas claves a continuación.
Información sobre el inquilino
Lo primero y más importante es conocer muy bien al inquilino. Aunque la primera impresión es fundamental, no debes dejarte llevar solo por las apariencias. Como futuro arrendador debes preocuparte por conocer en profundidad a los candidatos interesados en alquilar tu casa. Tienes que estar al tanto de cuál es su situación tanto económica como laboral. Solo así podrás saber si la persona tiene o no las garantías suficientes para poder hacer frente a sus obligaciones.
Te sorprenderá saber que en el mercado inmobiliario hay muchos “estafadores profesionales”. Inquilinos que saben venderse muy bien, asegurando que cuentan con un cargo de responsabilidad en una gran empresa y que disfrutan de una excelente posición financiera. Sin embargo, nada de esto es cierto y, una vez consiguen ser seleccionados, dejan de pagar la renta.
Contrato por escrito
Una vez seleccionado el mejor inquilino para tu casa en alquiler, es el momento de seguir con el proceso de arrendamiento. Un contrato escrito firmado por ambas partes, en el que cada cláusula debe adaptarse de manera precisa a la normativa vigente. En el contrato de arrendamiento es obligatorio especificar cuáles son las obligaciones monetarias a las que debe responder el arrendatario. Es decir, el tiempo y la forma de pago de la renta. Esto es fundamental para que, en caso de impago, puedas demostrar ante el tribunal la deuda.
Las cláusulas pactadas también pueden acordarse de manera verbal, pero no es lo más conveniente porque podría dar lugar a problemas en el medio y largo plazo. ¿Sabes que las palabras se las lleva el viento?
Ley de Arrendamientos Urbanos
Si quieres evitar cualquier tipo de problemas con inquilinos morosos, debes prestar especial atención a la Ley de Arrendamientos Urbanos. Determina una serie de procedimientos y plazos obligatorios tanto para el arrendador como para el arrendatario.
Por supuesto, debes estar pendiente de solicitar la fianza al inquilino, e ingresarla en la administración que corresponde. Si el piso en alquiler está en Madrid, la fianza tienes que depositarla en el IVIMA en un plazo máximo de 30 días después de firmar el contrato.
FIM Ibérica
¿Has oído hablar del Registro de Inquilinos Morosos? Se trata de un fichero a nivel nacional que, tal y como su propio nombre indica, tiene registradas a todas las personas con antecedentes por impago en el mercado del alquiler. Es la mejor medida preventiva para evitar inquilinos morosos. Puedes comprobar si alguno de los interesados en alquilar tu vivienda tiene antecedentes por impago y, si es así, descartarlo para evitar futuros problemas.
Además, puedes hacer uso de la herramienta FIM Score. Introduciendo una serie de datos básicos, determina cuál es el perfil de riesgo de cada uno de los potenciales inquilinos. Así puedes elegir al mejor candidato de manera objetiva y con seguridad.
Esto es todo lo que debes saber para evitar problemas con inquilinos morosos en tu casa de alquiler.