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A la hora de poner en alquiler un piso, son muchos los errores que el arrendador puede cometer. Hay quienes se ven involucrados en el mercado inmobiliario por primera vez en su vida, y lo que quieren es alquilar la vivienda lo más rápido posible. Pero no todo es tan fácil. Hay que asegurarse de que el inmueble no tiene ningún desperfecto y dar con el inquilino ideal, que es aquel que paga en el tiempo y la forma acordados.
No tener el piso a punto
Uno de los errores más frecuentes que cometen muchos propietarios a la hora de alquilar su piso es no tener la vivienda a punto. La demanda de inmuebles en alquiler está en máximos históricos, de forma que consideran que todo vale. Aunque haya enchufes que no funcionan y ventanas que no cierran bien, rebajando 50 o 100 euros la renta mensual, seguro que hay alguien dispuesto a alquilarlo. Pero nada más lejos de la realidad.
Antes de poner el piso en alquiler es importante hacer un análisis minucioso de cada una de las estancias y comprobar que no hay ningún desperfecto. Además, si la vivienda es muy antigua, es recomendable hacer una reforma y apostar por un espacio neutro y funcional. El estilo minimalista es perfecto para este tipo de inmuebles ya que favorece los espacios amplios y luminosos.
No publicar un buen anuncio
Cada día se publican varias decenas de anuncios en alquiler. Así que no vale publicar cualquier cosa. El anuncio tiene que ser perfecto, capaz de captar por sí mismo la atención de los posibles inquilinos. Para ello, lo primero y más importante es añadir una descripción detallada del inmueble, destacando sus puntos fuertes. Por supuesto, es importante no ocultar información. Si por ejemplo la vivienda no tiene ascensor, hay que indicarlo.
Además, es muy recomendable aportar información sobre servicios cercanos: supermercados, parques, paradas de transporte público… Esto es algo que quienes buscan pisos en alquiler tienen muy en cuenta.
Respecto a las fotografías, deben ser de calidad profesional. Lo ideal es añadir tres o cuatro imágenes de cada estancia desde diferentes ángulos para que los arrendatarios puedan hacerse una idea de cómo es el inmueble. Las imágenes hay que tomarlas con luz natural, y el piso debe estar perfectamente ordenado y limpio.
Firmar demasiado rápido
Cuando se pone un piso en alquiler, el principal objetivo del arrendador es encontrar a un inquilino a la mayor brevedad posible. Pero es importante no confundir rapidez con aceptar las condiciones y la primera oferta de una persona. Hay que analizar con detalle a los diferentes candidatos para dar con el más adecuado y así evitar problemas en el medio y largo plazo.
No comprobar el FIM
Directamente relacionado con el punto anterior, uno de los grandes errores a la hora de alquilar un piso es el de no comprobar el Fichero de Inquilinos Morosos. Si una vivienda está en una buena zona y se encuentra en perfectas condiciones, seguro que son muchos los candidatos interesados en ella. Así que, ¿cómo dar con el mejor inquilino de forma objetiva?
El Fichero de Inquilinos Morosos es el único registro que existe a nivel nacional de la morosidad en el mercado del alquiler. Este te permite hacer una primera criba para descartar a aquellos candidatos que cuenten con antecedentes de impago.
No revisar el contrato
Por supuesto, hay que prestar atención al contrato de alquiler. El arrendador debe leer con detalle las condiciones ya que todo debe estar perfectamente claro: a quién corresponde el pago de las averías de los electrodomésticos, duración del contrato, tiempo y forma de pago de la renta…