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Una de las grandes ventajas que proporciona el alquiler es la facilidad de movilidad. Las personas que residen en una vivienda arrendada tienen la posibilidad de mudarse a otra cuando lo necesiten por motivos laborales, económicos o, simplemente, por gusto. A veces, cuando los arrendatarios se trasladan de una ciudad a otra no cambian su lugar de empadronamiento. A parte de no poder votar, existen otros muchos inconvenientes que surgen al estar empadronado en un sitio y vivir en otro. ¡Atento, te los contamos!

Servicios públicos, limitados
La posibilidad de tener un médico de cabecera habitual, el acceso a los colegios públicos y diferentes servicios ofrecidos por los ayuntamientos y/o gobiernos regionales como centros deportivos o bibliotecas, desaparecen. Esto es debido, a que como inquilino estás registrado en otra localidad y muchos de tus impuestos los pagas allí, y no donde estás residiendo habitualmente.
Dificultad en la solicitud de ayudas
Otro de los inconvenientes que te pueden surgir al estar empadronado en un sitio y vivir en otro es la dificultad que podéis encontrar los inquilinos a la hora de solicitar ayudas municipales y/o autonómicas. En muchas ocasiones, las ayudas a la movilidad, al alquiler o a los estudios, entre otras, van destinadas a los ciudadanos que están registrados, y pagan impuestos, en esa localidad. Además, si tienes que pagar una tasa, encontrarás más dificultades y el proceso se alargará.
No puedes desgravar el alquiler
Como cada primavera, los ciudadanos tenemos que rendir cuantas con Hacienda en la Declaración de la Renta. Aunque los inquilinos, desde el año 2015 no contáis con deducciones estatales, todas las comunidades autónomas, excepto La Rioja, Murcia y Baleares, han regulado los beneficios fiscales en materia de alquiler. Por ello, si quieres beneficiarte de alguna de estas ventajas, debes estar empadronado en el lugar donde tienes alquilada la vivienda.
Demostrar el tiempo que llevas viviendo allí
Aunque para algunos trámites solo basta con presentar el contrato de arrendamiento, en otras ocasiones puedes encontrarte con problemas al necesitar más documentación que demuestre que tu vivienda habitual se encuentra en la ciudad donde resides. Además, en determinadas gestiones te solicitarán que demuestres el tiempo que llevas viviendo en esa localidad, y si no estás empadronado te será más difícil certificar el lapso que ha pasado desde que te mudaste.
Te enterarás más tarde de las cosas
En muchas ocasiones, los ayuntamientos y comunidades autónomas envían información de interés a sus ciudadanos. Al no estar empadronado, y por ende no aparecer en sus registros, tendrás que esperar a que te lo cuente la vecina o un familiar. Además, si te tienen que enviar una notificación (multa, citación, etc.) tardarás más en recibirla.
¿Se te ocurren más inconvenientes provocados al estar empadronado en un sitio y vivir en otro? Cuéntanos
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