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En los últimos años, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona, ha habido un incremento en los inquilinos morosos.
Algunos utilizan vacíos legales para evitar el pago del alquiler, como evitar las notificaciones judiciales o alegar circunstancias que retrasen los procesos legales.
Un fenómeno que preocupa particularmente es el de los inquiokupas, quienes entran a la vivienda con un contrato legal pero luego dejan de pagar, complicando el desalojo.
En este contexto, conocer al inquilino es el primer paso para evitar problemas. Es importante realizar entrevistas y solicitar documentación que pruebe la solvencia del arrendatario.
Asimismo, es esencial consultar el FIM para verificar si tiene antecedentes de morosidad. En caso de que no los tenga, el FIM Score te ayudará a evaluar el nivel de riesgo de que se pueda convertir en moroso en el futuro.
Cómo ser un buen arrendador
Para atraer al mejor inquilino, es fundamental que el inmueble esté en buen estado.
No es necesario realizar grandes reformas, pero sí es recomendable llevar a cabo pequeñas mejoras, como pintar las paredes o arreglar detalles estéticos que hagan la vivienda más atractiva para obtener el certificado de idoneidad técnica.
Además, la mayoría de los interesados buscan su próxima casa en portales inmobiliarios online, por lo que es importante que el anuncio tenga fotografías de calidad profesional.
Por otro lado, es importante que el precio de alquiler esté acorde al mercado.
Un precio excesivamente alto reducirá el número de candidatos interesados, mientras que un precio competitivo te dará más opciones de elegir un buen arrendatario.
Finalmente, es crucial formalizar el alquiler mediante un contrato legal que establezca claramente las obligaciones y derechos de ambas partes.
Fichero de Inquilinos Morosos (FIM)
El Fichero de Inquilinos Morosos es la única base de datos oficial en España que recoge información sobre inquilinos que han tenido impagos. Esta base de datos se nutre de información aportada por agencias inmobiliarias, particulares y sentencias judiciales.
Consultar este fichero antes de firmar un contrato de alquiler puede ayudarte a identificar si la persona interesada en tu vivienda tiene antecedentes de morosidad, y por lo tanto, si existe un mayor riesgo de que deje de pagar en el futuro.
A pesar de que confiar en un inquilino puede parecer natural, los datos muestran que el número de morosos en el mercado del alquiler ha aumentado significativamente.
Por lo tanto, utilizar el FIM no debe verse como un acto de desconfianza, sino como una medida preventiva.
La consulta es sencilla: solo necesitas introducir la renta mensual de la vivienda, el documento de identificación del inquilino y sus ingresos.
A partir de esta información, el FIM genera un informe que indica si la persona está registrada como morosa y, además, evalúa el riesgo de que pueda serlo en el futuro mediante el FIM Score, que analiza su perfil y lo compara con miles de otros arrendatarios.
El informe del FIM ofrece tres elementos clave:
- Morosidad: indica si el inquilino está en la base de datos del FIM por impagos anteriores.
- Nivel de riesgo: incluso si no tiene antecedentes de morosidad, el FIM Score evalúa la probabilidad de que pueda convertirse en moroso en función de su perfil financiero.
- Calificación de la operación: el informe también clasifica la operación en una escala de AAA a D, lo que facilita la decisión del propietario sobre si alquilar o no a ese inquilino.
Si decides seguir adelante con el contrato, también puedes usar la herramienta FIM Control, que permite hacer un seguimiento mensual de los pagos. Si el inquilino no cumple con sus obligaciones, FIM Control te informará y te orientará sobre los pasos a seguir para gestionar la situación.
