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Cuando decides alquilar tu vivienda, es natural preocuparse por la posibilidad de encontrarte con un inquilino moroso. Aunque algunos puedan pensar que es poco común, la morosidad en el mercado del alquiler ha aumentado en los últimos años. No obstante, no deberías descartar la idea de alquilar tu propiedad. Existen herramientas que pueden ayudarte a identificar posibles inquilinos morosos antes de firmar el contrato de arrendamiento, como el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), una base de datos oficial que recopila información proporcionada por particulares y agentes inmobiliarios, incluyendo registros de desahucios.
Consejos para evitar inquilinos morosos
Para evitar problemas con inquilinos morosos al alquilar tu propiedad, es fundamental seguir una serie de medidas preventivas. Aquí te comparto algunas recomendaciones clave:
- Verificación de solvencia: durante el proceso de selección, solicita a todos los candidatos documentos que puedan demostrar su capacidad de pago, como copias del contrato laboral y las nóminas de los últimos tres meses. Para autónomos, la última declaración de la renta o modelos trimestrales pueden ser indicativos de su estabilidad financiera. Esto te ayudará a evaluar la solvencia del inquilino.
- Establecimiento del precio de alquiler: fija un precio de alquiler justo y competitivo. Si el precio es demasiado alto, podrías limitar el número de candidatos solventes; si es demasiado bajo, podrías atraer a personas menos serias o con problemas financieros. Busca un equilibrio para atraer a inquilinos responsables y solventes.
- Fianza: según el artículo 36 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), asegúrate de exigir una fianza equivalente a una mensualidad de renta. Esta fianza actúa como garantía en caso de daños a la propiedad o deudas pendientes al finalizar el contrato de arrendamiento.
- Contrato de alquiler detallado: es esencial redactar un contrato de alquiler completo y claro que establezca todas las condiciones del acuerdo. Incluye cláusulas sobre el pago puntual de la renta, duración del contrato, responsabilidades del inquilino y propietario, condiciones de mantenimiento de la vivienda, entre otros aspectos relevantes. Un contrato bien redactado puede ser crucial en caso de disputas legales.
- Inventario y fotografías: realiza un inventario detallado de la vivienda antes de la entrada del inquilino y acompáñalo de fotografías. Esto servirá como registro de las condiciones en las que se entrega la propiedad y ayudará a resolver disputas sobre el estado de la vivienda al finalizar el contrato.
Fichero de Inquilinos Morosos
Al alquilar una vivienda, es crucial asegurarse de que el proceso sea seguro y rentable desde el principio. Una medida fundamental es consultar el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM). Este registro te permite conocer el historial de pagos de potenciales arrendatarios y evita que firmes un contrato con alguien que tenga antecedentes de impago, aunque presente un contrato de trabajo y nóminas.
Consultar el FIM no es algo negativo, sino una medida sensata para prevenir problemas futuros. Si ignoras esta verificación, podrías enfrentarte a complicaciones como impagos de renta que requieren costosos procesos legales, como demandas de desahucio que pueden prolongarse durante varios meses.
Además de conocer la presencia del inquilino en el FIM, la herramienta FIM Score ofrece una evaluación numérica del perfil de riesgo del arrendatario. Esto permite tomar decisiones informadas sobre quién ocupará tu vivienda, asegurando que el inquilino seleccionado tenga la solvencia necesaria para cumplir con el pago puntual del alquiler.
Al utilizar esta información, puedes seleccionar al mejor inquilino posible, aquel con un perfil solvente que garantice una relación de arrendamiento estable y beneficiosa para ambas partes. Así, podrás firmar el contrato de alquiler con la tranquilidad de recibir el pago mensual de manera confiable y segura.
