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Desde el punto de vista del propietario, cuando pone un piso en alquiler, es importante que conozca de forma detallada cuáles son los impuestos que debe pagar. Del mismo modo, cuando un inquilino está buscando un piso de alquiler, también debe saber qué impuestos corren a su cargo.
Impuestos en un piso de alquiler
A continuación, hemos recogido los principales impuestos que hay que sufragar en una vivienda de alquiler, señalando cuáles deben ser abonados por el propietario y cuáles por el inquilino.
- Tasa de basuras: la tasa de basuras es un impuesto municipal, de modo que es el ayuntamiento el responsable de decidir su importe. Dicho gravamen está destinado a cubrir el coste que supone la recogida de basuras. Por lo tanto, quien debe pagarlo es quien disfruta de él, es decir, el inquilino de la vivienda.
- ITP: el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales debe pagarlo el inquilino. La razón es que la ley da por supuesto que en el momento que alquila una determinada vivienda está tomando el derecho a utilizarla por un periodo de tiempo a cambio de una renta pactada con el propietario. Se trata de un impuesto autonómico, por lo que es la administración de cada comunidad autónoma la que decide su tarifa.
- IBI: en el caso del Impuesto sobre Bienes Inmuebles debe ser el propietario quien se haga cargo de su pago.
- Averías y reparaciones: en cuanto a las averías y reparaciones, aunque todo dependerá de lo estipulado en el contrato, la Ley de Arrendamientos Urbanos indica en el artículo 21.1 que se deben “realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad”. Por lo general, aquellos desperfectos que surjan debido al paso del tiempo, es el inquilino quien debe ocuparse de ellos. En cambio, las reparaciones necesarias para que la vivienda cumpla con los requisitos básicos de habitabilidad deben ser sufragadas por el propietario: conservación del techo, mantenimiento de la instalación eléctrica, reparación de la caldera, etc.
- Suministros: aunque dependerá de lo que se haya acordado, en la mayoría de los casos, el pago de los suministros es por cuenta del inquilino de la vivienda. En ellos se incluye el agua, la luz, el teléfono, la conexión a Internet.
- Declaración e IRPF: a la hora de declarar el alquiler, es importante que el propietario lo declare como rendimiento de capital inmobiliario. Para realizar el cálculo de la cantidad a declarar hay que restar los ingresos anuales obtenidos por el alquiler por los gastos deducibles. Además, en el caso de los propietarios, si el contrato de arrendamiento se ha firmado a partir de julio de 2015, tan sólo debe tributar por el 40% ya que se puede deducir hasta un 60%.
Es importante conocer cuáles son los derechos y obligaciones tanto del propietario como del inquilino a la hora de alquiler una vivienda. Resulta esencial que todos los aspectos queden bien claros en el contrato de arrendamiento. La gran mayoría de documentos de este tipo se basan en los mismos principios.
Ante cualquier situación de conflicto en la que el inquilino y el propietario no se pongan de acuerdo sobre quién debe hacerse cargo del pago de un determinado impuesto, el primero en ningún caso debe dejar de pagar el alquiler. De ser así, el arrendador puede demandarle por imago de las rentas. Un proceso judicial en el que el juez debe valorar si realmente ha habido o no causa suficiente para llevar a cabo la resolución contractual.
Ahora ya conoces los impuestos que debe pagar el inquilino y el propietario de una casa en alquiler para evitar cualquier tipo de malentendido.