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A la hora de alquilar una vivienda, uno de los aspectos más importantes para cualquier propietario es verificar la solvencia económica del inquilino.
No se trata solo de asegurarse de que podrá pagar la renta mes a mes, sino de proteger la inversión y evitar problemas legales o impagos que pueden alargarse en el tiempo y generar importantes pérdidas económicas.
Hoy en día, existen métodos eficaces y herramientas que ayudan a los propietarios a evaluar esta solvencia de forma objetiva, minimizando riesgos.
En este artículo, te explicamos qué es la solvencia económica en el alquiler, cómo puedes comprobarla y qué beneficios aporta para una gestión segura del arrendamiento.
¿Qué es la solvencia económica en el alquiler?
La solvencia económica en el alquiler hace referencia a la capacidad real y demostrable que tiene un inquilino para hacer frente al pago del alquiler y otros gastos relacionados, como suministros o posibles reparaciones menores.
Esta solvencia no solo se mide por los ingresos mensuales del inquilino, sino también por su nivel de endeudamiento, estabilidad laboral y comportamiento financiero anterior, incluyendo antecedentes de morosidad en arrendamientos previos.
Verificar esta información antes de firmar un contrato es esencial para reducir el riesgo de impagos, una de las principales preocupaciones de los propietarios.
¿Por qué es tan importante evaluar la solvencia económica?
Evitar inquilinos morosos es el objetivo principal. La morosidad en el alquiler puede generar grandes quebraderos de cabeza, desde retrasos en los pagos hasta largos procesos judiciales de desahucio.
Confirmar la solvencia económica del inquilino permite al arrendador tomar decisiones basadas en datos objetivos, no en suposiciones.
Además, elegir a un inquilino solvente garantiza:
- Mayor estabilidad en el contrato: suelen ser arrendamientos de mayor duración.
- Reducción de rotación: menos tiempo con la vivienda vacía.
- Conservación del inmueble: un perfil económico sólido suele ir asociado a mayor responsabilidad.
Cómo comprobar la solvencia económica del inquilino
Hay distintas formas de verificar la solvencia económica en el alquiler. Algunas de las más habituales incluyen:
- Nóminas o certificados de ingresos: permiten verificar los ingresos mensuales del inquilino. Lo ideal es que la renta no supere el 30-35% de estos ingresos.
- Contrato laboral: ofrece información sobre la estabilidad del empleo (indefinido, temporal, autónomo).
- Declaraciones de la renta: útil para autónomos o profesionales con ingresos irregulares.
- Consulta en registros de morosos: aquí es donde destaca el papel del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM).
El Fichero de Inquilinos Morosos (FIM): una herramienta clave
El Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) es el único registro oficial en España que recopila información sobre inquilinos que han tenido incidencias de impago.
Esta base de datos, nutrida por agentes inmobiliarios, propietarios y resoluciones judiciales, permite comprobar de forma sencilla si un posible inquilino tiene antecedentes de morosidad.
Además, FIM pone a disposición de los arrendadores el FIM Score, un sistema de puntuación que clasifica el nivel de riesgo de cada perfil de inquilino. Así, en pocos minutos es posible saber si conviene o no firmar un contrato con una determinada persona.
¿Cómo obtener esta información?
La forma más eficaz de acceder al FIM y utilizar FIM Score es a través de un Agente Inmobiliario Homologado FIM. Este profesional no solo realiza la gestión del alquiler, sino que ofrece una garantía adicional de seguridad para el propietario.
Contar con un agente homologado te permite:
- Acceder a informes de solvencia contrastados.
- Conocer los antecedentes de pago del inquilino.
- Formalizar un contrato con mayores garantías.
- Reducir el riesgo de impagos y conflictos legales.
Qué hacer si el inquilino no presenta garantías
En caso de que el análisis de la solvencia económica en el alquiler revele dudas o riesgos, existen varias opciones:
- Solicitar un aval bancario o depósito adicional como fianza.
- Incluir un fiador solidario en el contrato.
- Contratar un seguro de impago de alquiler.
- Negarse a alquilar, si el riesgo es elevado.
Lo importante es no ceder ante la presión de cerrar rápido un contrato sin verificar la situación financiera del inquilino. Las consecuencias a medio plazo pueden ser mucho peores.
Solvencia económica en el alquiler: ¿cómo afecta la rentabilidad?
Elegir un inquilino solvente no solo aporta tranquilidad, sino que también mejora la rentabilidad del alquiler. Al minimizar el riesgo de impagos, se reducen los gastos legales, el desgaste del inmueble y los periodos de desocupación.
Una vivienda ocupada por un inquilino estable y responsable genera ingresos continuos, permite planificar a largo plazo y conserva el valor del inmueble.
En resumen
Evaluar correctamente la solvencia económica en el alquiler es un paso imprescindible para cualquier propietario que quiera proteger su inversión.
Herramientas como el FIM y el FIM Score ofrecen información valiosa para evitar inquilinos con antecedentes de impago y garantizar una gestión eficiente y segura.
En FIM, colaboramos estrechamente con propietarios y agentes inmobiliarios para promover un mercado del alquiler más transparente y profesional, donde la selección de inquilinos se base en criterios objetivos.
Apostar por la solvencia económica desde el inicio del proceso de arrendamiento es sinónimo de tranquilidad, rentabilidad y éxito a largo plazo.